Blog educativo de Taller de Definición Institucional: "Introduución a las Ciencias Naturales", para estudiantes del Profesorado de Educación Inicial y Primaria del ISFD N° 50
viernes, 30 de agosto de 2019
jueves, 29 de agosto de 2019
3 TPO
TERCER
TRABAJO PRÁCTICO OBLIGATORIO
Realizar
un trabajo de investigación sobre: “los microorganismos” en hojas de carpeta
n°3, manuscrito en cursiva y tinta azul, de forma individual.
El trabajo
debe presentar: portada, una justificación de la elección del microorganismo, cómo se relaciona con el agua, una descripción de los microorganismo elegido en general: habitad,
clasificación e importancia, además de la bibliografía utilizada, con una extensión de entre 5 y 7 hojas.
Fecha de
entrega: la tercera semana de septiembre, el 16 para 1°Ai y el 18 para 1°Bi, 1°Ci, 1°Cp,1°Dp y 1°Ep.
Para la
evaluación del trabajo se tomarán en cuenta los criterios:
- la presentación en tiempo forma.
- la redacción y la ortografía.
- la identificación clara de las partes del trabajo.
- el desarrollo de conceptos importantes sobre los microorganismos.
miércoles, 28 de agosto de 2019
viernes, 23 de agosto de 2019
ACTIVIDAD
“EL AGUA Y LOS SERES
VIVOS”
EL AGUA EN LA NATURALEZA
De acuerdo con el clima y su régimen de lluvias,
es posible encontrar lugares con ecosistemas muy áridos como los pastizales y
los desiertos, donde las lluvias se presentan en forma esporádica, a diferencia
de los lugares que son muy húmedos como las selvas y los bosques, donde llueve
la mayor parte del año.
En las zonas áridas de nuestro país la
precipitación media anual es inferior a 700 mm, aunque en los lugares más
extremosos es de 50 mm; mientras que en las zonas húmedas varía de 1 500 a 3
000 mm al año. En cada ecosistema habitan especies de plantas y de animales muy
diferentes que satisfacen sus necesidades de agua, de acuerdo con la abundancia
y disponibilidad de este recurso.
Dado que en las zonas áridas la disponibilidad de
agua es reducida, las plantas y los animales que habitan ahí deben aprovechar
el recurso al máximo y evitar su pérdida por transpiración o excreción. Los
cactus, por ejemplo, almacenan el líquido en sus tallos cubiertos por un
revestimiento grueso y tienen espinas en lugar de hojas, con lo que reducen la
pérdida de agua por evapotraspiración.
Los animales, por su parte, obtienen el agua de
las plantas que les sirven de alimento y algunos de ellos, como los tuco-tuco y
las vizcachas pueden sobrevivir en los cálidos desiertos evitando las
temperaturas más altas gracias a que muchos son nocturnos y permanecen durante
el día ocultos en madrigueras subterráneas donde la temperatura es muy inferior
a la de la superficie; en las llamas y guanacos; el pelo grueso evita la
pérdida de agua por transpiración, y de forma similar lo hacen las escamas que
cubren e impermeabilizan el cuerpo de las serpientes y los lagartos.
En las zonas tropicales húmedas, la abundancia de
agua favorece el desarrollo de una gran variedad de plantas; en estos sitios
habitan árboles muy grandes como son las ceibas o los helechos arborescentes.
Asimismo, existe una gran variedad de animales acuáticos y terrestres,
vertebrados e invertebrados
EL
AGUA EN LOS SERES VIVOS
Los seres vivos contienen en su organismo entre
70% y 80% de agua, que circula a través de los diferentes órganos del cuerpo y
transporta los nutrientes y sustancias de desecho. De esta forma, el agua no se
encuentra de manera estática en el cuerpo de los seres vivos, pues, siempre
está en movimiento.
La mayoría de los organismos unicelulares se
desarrollan en un ambiente acuoso y cuentan con una membrana permeable que
permite el paso del agua al interior y al exterior del organismo. En las
células de las plantas y los animales ocurre un proceso muy similar, y además
el agua ayuda a que se metabolicen las grasas, los carbohidratos, las
proteínas, las sales y otras moléculas esenciales que se encuentran en el
citoplasma.
En el caso de los animales, el agua facilita el
transporte de nutrientes que se obtienen del alimento y ayuda a remover los
materiales de desecho a través de la sangre. De esta manera, la sangre recibe
del intestino las sustancias nutritivas que se producen en la digestión, así
como el oxígeno de los pulmones o las branquias, y lleva esas sustancias hacia el
resto de los órganos del cuerpo. Asimismo, la sangre retira de los órganos del
cuerpo el dióxido de carbono y los desechos del metabolismo de las células
durante la respiración, el dióxido de carbono de la sangre se elimina en los pulmones,
los desechos se filtran en los riñones y finalmente se eliminan por medio de la
orina. En las plantas ocurren procesos similares de transporte a través de la
savia. Debido a que el agua absorbe una gran cantidad de calor para alcanzar el
estado gaseoso, es posible regular la temperatura del cuerpo a través de un
sistema natural de enfriamiento que funciona tanto en las plantas como en los animales.
En los mamíferos, por ejemplo, cuando el cuerpo se sobrecalienta, las glándulas
sudoríparas secretan agua en la piel en forma de sudor, el cual absorbe el
calor del organismo y ayuda a que el cuerpo se enfríe al evaporarse,
manteniendo así una temperatura estable.
Otras funciones en las que interviene el agua
consisten en lubricar las articulaciones de los huesos, pues forma parte del
fluido sinovial y equilibra el pH del organismo.
Un ser humano adulto que pesa 80 kg contiene
aproximadamente 75% de agua en su cuerpo y casi la mitad de ese porcentaje se
encuentra formando parte de los líquidos celulares. El cerebro humano contiene
un 80% de agua, los músculos 75% y los huesos 30%. Para mantener esta
proporción de agua en los tejidos del cuerpo es necesario beber aproximadamente
35 mil litros de agua durante toda la vida.
En los seres humanos, el cuerpo pierde agua a
través de la orina, las heces y la transpiración; sin embargo, el líquido se
repone por medio de los alimentos y del agua que se ingiere. El ser humano y
los demás seres vivos al consumir y eliminar el agua de sus cuerpos participan
en el mantenimiento del ciclo natural del agua; por ello, resulta importante
reflexionar acerca de la trascendencia del ciclo del agua en los ecosistemas y
su disponibilidad para los seres vivos, así como en la necesidad de cuidar el
agua y utilizarla en forma eficaz.
En base a lo que leíste en el texto, responde las
siguientes preguntas:
1.
¿De qué depende la cantidad de agua de los
ecosistemas?¿Qué tipos de ecosistemas podemos encontrar?
2.
¿Qué tipo de seres vivos se encuentran en las zonas áridas
y cómo obtienen el agua?
3.
¿Por qué no se encuentra estática el agua en los seres
vivos?
4.
Explica que sucede con el agua en los organismos unicelulares
y en las células de las plantas y animales.
5.
Explica que sucede con el agua en las plantas.
6.
Explica que sucede con el agua en los animales.
7.
Explica que sucede con el agua en los seres humanos.
- III. ¿Como se relacionan ambos textos?
jueves, 22 de agosto de 2019
¿QUÉ PAPEL CUMPLE EL AGUA EN LOS ORGANISMOS VIVOS?
El agua apareció al poco tiempo que se formó el planeta. Los océanos se formaron primero que la atmósfera. En ese entonces el agua contenía grandes cantidades de amoniaco (NH3), metano (CH4) y dióxido de carbono (CO2), es decir, todos los elementos para formar las moléculas vivientes compuestas principalmente por carbono, hidrógeno, oxígeno y nitrógeno (C,H,O,N). Quizá la poderosa radiación ultravioleta proveniente del sol haya estimulado el acomodo y reacomodo de estos elementos hasta que por mera casualidad, se formaron compuestos capaces de reproducirse. Si esta síntesis casual estimulada por la energía solar, actuando a toda su capacidad por la ausencia de la acción filtrante de la atmósfera y sostenida en el seno del agua por centenares de millones de años, es probable que allí evolucionaran los organismos vivos.
Así, en el agua se originó la vida y de ésta sigue dependiendo; la importancia en la iniciación de la vida está presente en todas las funciones de los organismos vivos tanto vegetales como animales.
La vida, dondequiera que exista, sigue dependiendo del agua en la misma medida que en épocas anteriores cuando sólo existía en los mares.
Este líquido tiene una importancia fundamental para los seres vivos, puesto que es el medio en el cual tienen lugar los procesos vitales. En efecto, todos los seres vivientes contienen agua y, por lo general, es su componente más abundante. Así, por ejemplo, en los vegetales superiores, entre un 80% y 85% es agua y en el hombre adulto el porcentaje supera el 60% (en el recién nacido es de un 70%).
Antes de nacer el hombre pasa bastante tiempo en el agua del saco protector membranoso dentro del vientre materno y por su cuerpo fluye agua hasta el día de su muerte. Ya adultos somos aproximadamente 60 por ciento de agua.
Los animales la bebemos e incorporamos a nuestro sistema que la necesita para moverse, olfatear, oír, etc., nosotros los humanos necesitamos del agua para poder sentir y pensar.
La importancia de este líquido es enorme; es fundamental para la vida, pero también es indispensable para mantener nuestra higiene y con ella la salud.
La cantidad indispensable para el mantenimiento de la vida en un adulto normal, bajo el calor más intenso del desierto varía de siete a 15 litros según la temperatura y el tipo de actividad que realice. En clima templado la cantidad que el hombre necesita diariamente se calcula en más o menos dos litros.
Para el buen funcionamiento del cuerpo, necesitamos ingerir unos 35 gramos de agua por cada kilogramo de peso (a 20°C). Según tu peso ¿cuántos gramos de agua necesitas? Expresa este resultado también en litros.
Las funciones del agua en el organismo tienen su equivalente fuera de él. El agua que bebemos y con la que nos aseamos es un disolvente, aunque también sirve para eliminar nuestros desechos.
El ser humano puede soportar varios días sin comer pero sin agua no puede sobrevivir por más de 10 días. Algunas bacterias pueden vivir sin oxígeno, pero ninguna forma de vida puede existir sin agua.
Casi todas las reacciones del cuerpo humano, así como otras muchas reacciones importantes sobre la Tierra, se llevan a cabo en un ambiente acuoso. Sin agua, estas reacciones no se llevarían a cabo o se efectuarían muy lentamente.
En los animales como en las plantas, el agua es el vehículo que acarrea alimentos y desechos, oxígeno y dióxido de carbono (la sangre y otros fluidos del cuerpo son disoluciones acuosas de solutos biológicamente importantes). El agua es el disolvente que promueve la digestión en la que se rompen los carbohidratos y las proteínas. Las grasas o lípidos aunque no cambien químicamente, se emulsionan2 en agua para su asimilación en el organismo.
Las plantas la transforman junto con la energía solar en crecimiento y reproducción; es el medio por el cual la raíz toma algunos de los nutrientes que necesita del suelo. Con pocas excepciones, las plantas sintetizan sus alimentos extrayéndolos del agua y del aire, en la primera se encuentran en forma de disolución acuosa (sales minerales).
Así, es tal su importancia que se puede afirmar que sin ella no habría vida en el planeta, en la forma en que la conocemos. Pero aún en nuestras fantasías de ciencia ficción es difícil imaginar la vida de cualquier especie sin ella.
Por lo anterior, la vida, como la conocemos, depende de una sustancia química única y que es uno de los compuestos más comunes en nuestro planeta, el agua:
Transporta nutrientes y quita desperdicios del torrente sanguíneo.
Junto con del dióxido de carbono y minerales, es transformada químicamente por las plantas y la energía solar en grandes masas de vegetación y luego es devuelta al ambiente cuando las sustancias son quemadas o degradadas.
También regula el clima de modo que pueda prosperar la vida.
Las grandes masas de los océanos y lagos almacenan y distribuyen el calor, por lo que la mayor parte de este planeta tiene un clima estable.
Se piensa que tuvo un papel muy significativo en la evolución de la vida en este planeta, ya que los grandes océanos proporcionaron el medio para las reacciones químicas que llevaron a la aparición de las primeras células vivientes.
Actúa como un medio para el desarrollo de una gran variedad de reacciones químicas.
Rico, A., et al., Química I, Agua y Oxígeno. Ed. Limusa.
Así, en el agua se originó la vida y de ésta sigue dependiendo; la importancia en la iniciación de la vida está presente en todas las funciones de los organismos vivos tanto vegetales como animales.
La vida, dondequiera que exista, sigue dependiendo del agua en la misma medida que en épocas anteriores cuando sólo existía en los mares.
Este líquido tiene una importancia fundamental para los seres vivos, puesto que es el medio en el cual tienen lugar los procesos vitales. En efecto, todos los seres vivientes contienen agua y, por lo general, es su componente más abundante. Así, por ejemplo, en los vegetales superiores, entre un 80% y 85% es agua y en el hombre adulto el porcentaje supera el 60% (en el recién nacido es de un 70%).
Antes de nacer el hombre pasa bastante tiempo en el agua del saco protector membranoso dentro del vientre materno y por su cuerpo fluye agua hasta el día de su muerte. Ya adultos somos aproximadamente 60 por ciento de agua.
Los animales la bebemos e incorporamos a nuestro sistema que la necesita para moverse, olfatear, oír, etc., nosotros los humanos necesitamos del agua para poder sentir y pensar.
La importancia de este líquido es enorme; es fundamental para la vida, pero también es indispensable para mantener nuestra higiene y con ella la salud.
La cantidad indispensable para el mantenimiento de la vida en un adulto normal, bajo el calor más intenso del desierto varía de siete a 15 litros según la temperatura y el tipo de actividad que realice. En clima templado la cantidad que el hombre necesita diariamente se calcula en más o menos dos litros.
Para el buen funcionamiento del cuerpo, necesitamos ingerir unos 35 gramos de agua por cada kilogramo de peso (a 20°C). Según tu peso ¿cuántos gramos de agua necesitas? Expresa este resultado también en litros.
Las funciones del agua en el organismo tienen su equivalente fuera de él. El agua que bebemos y con la que nos aseamos es un disolvente, aunque también sirve para eliminar nuestros desechos.
El ser humano puede soportar varios días sin comer pero sin agua no puede sobrevivir por más de 10 días. Algunas bacterias pueden vivir sin oxígeno, pero ninguna forma de vida puede existir sin agua.
Casi todas las reacciones del cuerpo humano, así como otras muchas reacciones importantes sobre la Tierra, se llevan a cabo en un ambiente acuoso. Sin agua, estas reacciones no se llevarían a cabo o se efectuarían muy lentamente.
En los animales como en las plantas, el agua es el vehículo que acarrea alimentos y desechos, oxígeno y dióxido de carbono (la sangre y otros fluidos del cuerpo son disoluciones acuosas de solutos biológicamente importantes). El agua es el disolvente que promueve la digestión en la que se rompen los carbohidratos y las proteínas. Las grasas o lípidos aunque no cambien químicamente, se emulsionan2 en agua para su asimilación en el organismo.
Las plantas la transforman junto con la energía solar en crecimiento y reproducción; es el medio por el cual la raíz toma algunos de los nutrientes que necesita del suelo. Con pocas excepciones, las plantas sintetizan sus alimentos extrayéndolos del agua y del aire, en la primera se encuentran en forma de disolución acuosa (sales minerales).
Así, es tal su importancia que se puede afirmar que sin ella no habría vida en el planeta, en la forma en que la conocemos. Pero aún en nuestras fantasías de ciencia ficción es difícil imaginar la vida de cualquier especie sin ella.
Por lo anterior, la vida, como la conocemos, depende de una sustancia química única y que es uno de los compuestos más comunes en nuestro planeta, el agua:
Transporta nutrientes y quita desperdicios del torrente sanguíneo.
Junto con del dióxido de carbono y minerales, es transformada químicamente por las plantas y la energía solar en grandes masas de vegetación y luego es devuelta al ambiente cuando las sustancias son quemadas o degradadas.
También regula el clima de modo que pueda prosperar la vida.
Las grandes masas de los océanos y lagos almacenan y distribuyen el calor, por lo que la mayor parte de este planeta tiene un clima estable.
Se piensa que tuvo un papel muy significativo en la evolución de la vida en este planeta, ya que los grandes océanos proporcionaron el medio para las reacciones químicas que llevaron a la aparición de las primeras células vivientes.
Actúa como un medio para el desarrollo de una gran variedad de reacciones químicas.
Rico, A., et al., Química I, Agua y Oxígeno. Ed. Limusa.
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